Nuevo ataque a la libertad educativa

A la Hidra de Lerna le sale otra cabeza más. De nuevo, un ataque a la Educación Diferenciada; y en esta ocasión por parte del Poder Judicial, precisamente la instancia que debería garantizar a los ciudadanos una defensa de sus derechos y libertades.

Hace un tiempo publiqué un post en este blog sobre otro ataque a la Educación Diferenciada, tras un debate parlamentario en el que se produjo a las claras una de las más estúpidas formas de demagogia que he escuchado en los últimos tiempos; mostré de ese modo mi opinión. La verdad es que todo lo que decía entonces es bastante trasladable a la situación actual, cambiando «gobierno» por «tribunal» y quizá alguna otra cosa; pero el fondo del tema es exactamente igual.

Los señores del TS lo vestirán como les dé la real gana, pero el único fondo del asunto es tan sencillo como esto: «me parece que ese tipo de educación es legítimo y que los padres que lo eligen tienen el mismo derecho que los demás a la gratuidad de la enseñanza, pero… a mí no me da la gana que exista y voy a hacer todo lo posible por dinamitarlo». Y no hay más.

La UNESCO declaró hace tiempo, y España lo suscribió, que la Educación Diferenciada NO supone una discriminación (cosa de la que, por otra parte, se da cuenta cualquier persona con un mínimo de sentido común). Lo cual tumba el aparato que los señores del TS han construido sobre una base que, nos guste o no reconocerlo, es totalmente ideológica; en concreto, sigue la llamada «Ideología de Género» (¿hay alguien a quien no le suene esto?). La sentencia cae en una perfecta contradicción: reconoce como legítimo un sistema para acto seguido decir que no es «concertable» por ser discriminatorio. Pero ¿es o no es legítimo, vamos a ver?.

Por otra parte, el concierto no es una subvención sino un derecho de los padres: el mismo derecho a la gratuidad de la enseñanza lo tienen los padres de la pública y de la privada, los de colegios con ideario religioso y los de colegios sin ideario religioso, y también los de la coeducación y los de la educación diferenciada. El mismo derecho todos; otra cosa es que por razones IDEOLOGICAS y contra toda justicia, el poder no quiera reconocer ese derecho.

Menos mal que el «ministro del ramo», José Ignacio Wert, ha puesto una nota de sentido común.

No sé qué deparará esto. Quiero pensar que alguien pondrá un poco de sentido común para defender algo tan sencillo como la LIBERTAD en la elección de modelo educativo. Y para defender también la IGUALDAD, caray: si un obrero con ingresos reducidos quiere dar a su hijo, a sus dos hijos, tres hijos… una educación diferenciada, ¿por qué va a tener que prescindir de ella, si reconocemos que es perfectamente legítima y si la eligen muchos, pero muchos miles de familias en los países desarrollados?, ¿por qué un tipo de educación legítima va a tener que estar sólo al alcance de las rentas más altas?. Muy progresista, la decisión de los jueces; muy igualitaria y muy poco elitista, ciertamente…

Dejo a continuación el link a una entrada en el blog de un buen amigo, que hace unas consideraciones muy interesantes; para empezar subraya el hecho de que no se habla de educación segregada ni sexista, sino «diferenciada», porque no «discrimina ni considera a nadie inferior», sino que «ve cualidades o accidentes que distinguen a unos y a otros, ve variedad, y actúa en consecuencia». Recomiendo el artículo.

Y un artículo en Navarra Confidencial, que habla sobre el tema y en el que he dejado un par de comentarios.

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